"Evie cerró con firmeza su arma y echó hacia atrás su capucha. En el instante en que sus ojos se posaron en la figura de la bestia salvaje, su cuerpo se paralizó.
Esta bestia no era como nada que ella hubiera imaginado. Estaba muy lejos de lo peor que podría haberse imaginado.
—¡Mierda! ¿Qué clase de orco salvaje es este?! ¡Este no es normal! —escuchó gritar a Levy y Evie podía oír la palabra orco reverberando en su mente. ¿Orco? ¿Esto era un orco? ¿Cómo un orco encontró su camino a través de su ruta?
Evie se sintió nauseosa. Ahora entendía por qué Leon había estado tratando de cubrir sus ojos y le había dado esa advertencia cuando ella quería mirar. Sin embargo, no se arrepentía de su decisión. Esta bestia a la que llamaban orco no era solo grande y poderosa. Era absolutamente asquerosa. Su cuerpo verdoso parecía como si estuviera pudriéndose. Había líquidos verdes y negros - ¿o eran carne? - que estaban goteando de su gran cuerpo cubierto de pústulas.