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Zeres miró a su alrededor. Su mirada plateada barrió las pilas de libros a su alrededor. Si añadía todos los libros del primer piso, les podría llevar mucho tiempo a los dos revisarlos todos. No tenía tanto tiempo que perder solo para buscar un único libro.
—Voy a llamar a algunas personas para que nos ayuden a buscar ese libro. Necesito encontrar ese libro lo antes posible —le dijo a ella con urgencia.
Iryz parpadeó y lo miró fijamente por un momento.
—No te preocupes, las personas a las que estoy llamando son de los buenos... no se atreverán a hacer otra cosa que no sea buscar el libro. Me aseguraré de que manejen tu propiedad con cuidado —añadió Zeres y Iryz solo pudo asentir. Sabía que no había manera de que aceptara si ella dijera que no. No es que ella planeara rechazarlo de todos modos, dado lo desesperado que parecía por encontrar ese libro.
