El sol ya se estaba poniendo, pero Zeke y Alicia seguían en la carretera.
Habían estado viajando todo el día y Alicia ya no pudo evitar preguntarle si todo estaba bien. No importaba cuánto tratara Ezequiel de mantener la calma, Alicia podía sentir que algo andaba realmente mal.
Intentó hablar con él varias veces a lo largo del día. Había preguntado sobre ese hombre que les dio el arma y la ropa. Alicia preguntó si ese hombre era uno de sus leales. Pero Ezequiel dijo que era porque ese cuidador no sabía nada sobre lo que planeaba hacer, por eso todavía obedecía sus órdenes. Le dijo que una vez que ese cuidador vampiro descubriera su secreto, también se volvería en su contra.
Alicia había pensado en empezar a hacer más preguntas, sin querer perder tiempo, pero en cambio, Ezequiel la había hecho dormir durante horas.
Y ahora, el sol ya se estaba poniendo.