Abi estaba asombrada mientras observaba su cara. Esta era la primera vez que se daba cuenta del placer de complacerlo y verlo gemir y retorcerse en éxtasis carnal. Definitivamente haría esto de nuevo, pensó para sí misma.
—Dios mío —dijo él con dificultad tan pronto como abrió los ojos y agarró la cara de Abi. Sus pulgares acariciaban sus húmedos labios mientras su respiración entrecortada le bañaba la cara. Sus ojos todavía asombrados y luego, sonrió y se mordió los labios, mirándola incrédulo. —Realmente me sorprendiste, mi amor... eso fue... tan bueno. Agregó y luego la agarró, y comenzó a besarle el cuello mientras la desnudaba rápidamente.
—Planeaba sorprenderte... pero terminaste sorprendiéndome en su lugar... —articuló mientras la besaba. Luego de repente se detuvo, mientras sus manos recorrían su cuerpo ya desnudo. —¿Dónde aprendiste a hacer eso... hmm? ¿Puede ser que hayas investigado extensivamente mientras no estaba en casa?
