"Yuan Cong estaba atónito. Lo examinó a Xu An y asintió con una fría sonrisa.
—Lo que mejor le parezca a Su Majestad —dijo él orgulloso.
Zhou Zhou asintió con la cabeza.
Luego, se les permitió luchar en un territorio deshabitado en el Reino del Sol Ardiente.
Los dos Dioses obedecieron naturalmente y se alejaron volando.
En menos de un instante, los dos Dioses habían regresado.
Había algunas heridas de espada en el cuerpo de Yuan Cong que no habían sanado en mucho tiempo. La cara de Xu An también estaba un poco pálida.
Los dos Dioses parecían haber experimentado una gran batalla.
—¿Cómo fue?
Zhou Zhou lanzó unas pocas botellas de poción de Nivel Divo y preguntó con interés.
Yuan Cong parecía dudar e indignado.
La expresión de Xu An era mucho más tranquila.
—Estoy empatado con 'Él'. Es un empate —dijo él.
—¿Un empate?
Zhou Zhou levantó las cejas. —Dime los detalles.
—No hay necesidad de que 'Él' lo diga —En este momento, Yuan Cong de repente dijo—. Perdí.
