—Como era de esperarse de una base del vacío del Reino del Dios Supremo de Grado Tres —Zhou Lucha miró la majestuosa ciudad y no pudo evitar suspirar.
Sin embargo, el Señor De Los Diez Mil Males tenía una expresión solemne y no dijo nada.
—Él había sido el líder del Campo de Batalla del Vacío Definitivo durante tantos años, así que Él entendía mejor que nadie el poder de la Ciudad de Wanlong. —No era exagerado decir que incluso si el número de Dioses Supremos bajo Su mando se multiplicara por cinco o seis veces, aún sería imposible romper por la fuerza la ciudad principal de Wanlong.
A menos que el número de Dioses Supremos bajo Su comando aumentase diez veces, sería imposible atravesar la ciudad principal de Wanlong. Sin embargo, eso obviamente era imposible —Él miró a Zhou Lucha. Este hermano del Regio del Pueblo Común había estado muy calmo durante el camino. A continuación, le permitiría a Él ver de dónde venía la confianza que hacía a Él tan confiado.
En ese momento...