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Un pequeño país occidental en el Planeta Cerúleo.
En una calle concurrida, el Señor Dios Dragón estaba parado allí, aturdido.
En cuanto a Zhou Zhou, estaba frente a él y lo miraba.
—Él sacudió su cabeza y no se molestó en decir nada más. Lo abofeteó hasta matarlo.
Tal acto sangriento sucedió en público, pero la gente de alrededor actuó como si no hubieran visto nada y continuaron haciendo sus propias cosas.
Zhou Zhou había establecido naturalmente esta ilusión.
Con un pensamiento, él sacó los botines de guerra del Señor Dios Dragón y empezó a leerlos.
A diferencia del Señor Insecto, el Señor Dios Dragón no tenía muchos botines de guerra preciosos consigo. Ni siquiera tenía un solo artefacto divino. Los mejores botines eran solo algunos libros de Habilidad de Ley y pociones de sangre pura que podían aumentar la densidad de la línea de sangre del Señor Dios Dragón.
Para Zhou Zhou, era completamente inútil.
