Francis caminó emocionado hacia Sharon. No esperaba que ella resolviera tan gran problema para él. Para él, Sharon era casi su salvadora. —¡Sharon, muchísimas gracias por esto! En el futuro, puedo hacer negocios con Kerry sin preocupaciones.
Justo cuando terminó de hablar, Kerry se acercó a ella. —Sharon, hay algo en lo que necesito tu ayuda.
—Lo sé; estoy dispuesta —hablar con una mujer hermosa hacía que todo pareciera más sencillo.
Francis estaba confundido y preguntó seriamente, —¿Qué quieres decir?
—Abuelo, gracias por ayudarme a reconstruir nuestro hotel. Ahora, devolveré mi depósito de boda a tu familia. Ya no tengo nada que ver con Francis.
Al escuchar esto, Francis se volvió completamente hostil. Intentó abofetear a Kerry, pero Wallace lo detuvo.
—Perra, ¿qué dijiste? —Francis la miró fijamente.
Para sorpresa de Francis, su abuelo se acercó a él y le dio una fuerte bofetada. —¡Criatura maligna! ¡Eres la criatura maligna de nuestra familia!