"Ya era tarde por la noche cuando regresó a la familia Harris.
Caminando bajo las farolas naranjas en el patio de la villa, Sharon sintió que era irreal, una sensación surrealista de volver de un sueño a la realidad.
Cuando Wallace la vio, primero se sorprendió, luego mostró una expresión incontenible de alegría.
—¿Has vuelto? Pensé que el espectáculo no terminaría durante otra semana.
—Sí, según el plan, todavía quedaba una semana, pero el director no jugó según las reglas y nos pidió que volviéramos temprano —Sharon, naturalmente, entregó el poco equipaje de su mano a Wallace.
Era normal que un marido ayudara a su esposa a cargar su equipaje, pero en el pasado, definitivamente no habría querido molestar a Wallace, incluso si era un asunto tan pequeño. En aquel entonces, aunque se llamaban marido y mujer, estaban demasiado desconocidos y distantes.
Después de estar casada durante tanto tiempo, Sharon finalmente sintió que Wallace era su marido.
