—Melissa, quien se había quedado en el campamento, observaba cómo se ponía el sol, pero Sharon y las demás aún no habían regresado, y no había nadie a su lado —relató la narradora—. Sintió un escalofrío recorrer su columna y no pudo evitar estremecerse.
«Ay, Sharon y las demás son demasiado. Acaban de dejar a nuestra pequeña aquí sola. Está desierta. Debe de estar asustada.»
«Preciosa, no tengas miedo. Estamos aquí contigo.»
«¿Por qué Sharon y las demás aún no han vuelto? Todavía están perdiendo el tiempo después de completar la misión.»
«El cielo se está oscureciendo. ¿Y si Melissa se asusta?»
«Si le pasa algo a Melissa, no estaré contenta con Sharon.»