"Wallace casi se desmaya. Por un momento, se preguntó por qué existía un hombre así en este mundo. Toda su cara estaba llena de un desprecio no disimulado.
Anocheció. Justo cuando estaba a punto de quedarse dormida, su teléfono vibró. Encendió su teléfono y vio que era un mensaje de Quayle.
—Señorita Joven, tienes razón. El Doctor Zenith acaba de volver al centro médico de Pekín esta noche y ya hay personas revoltosas a su alrededor —dice el mensaje.
Sharon respondió rápidamente:
—Si nada sale mal, son los que quieren arrebatar la medicina del Anciano Zenith. Manténganse alerta. Si algo sucede, avísenme. Si aún no han hecho nada, no se pongan ansiosos. La medicina que le di al Anciano Zenith probablemente será útil pronto.
Tan pronto como regresó al hotel, pidió prestada su cocina e hizo pastillas similares. Sin embargo, si realmente se comía esta cosa, el efecto sería enormemente diferente.