—Nunca aceptaré este desenlace —con este pensamiento, la señora Harris lloró y suplicó—. ¡Señorita Lydia! Señorita Lydia, te lo ruego. Teniendo en cuenta mi vejez, por favor ruega al señor Tommy. Nuestra familia Harris nunca ha ofendido a tu Sullivan. Incluso fuimos los que facilitamos la cooperación entre nuestras familias. En nuestra situación actual, definitivamente no puedes abandonarnos. Soy vieja y no puedo soportar tu comportamiento.
—Así es. En tales circunstancias, una gran corporación como la tuya no puede abandonarnos, ¿verdad? Si la noticia se difunde, no será bueno para tu corporación —Zachary volvió a destacar el impacto en la reputación de Sullivan.
