—Creo que esta dama no podrá aguantar hasta que llegue la ambulancia —un anciano limpiando el suelo miró a Sharon y Kerry como si estuviera viendo un programa.
Sharon echó un vistazo al anciano con cabello y ojos negros. No parece ser un local.
—Lo siento, viejo señor, ¿puede ayudarme a llamar a la ambulancia? —Sharon estaba bastante ansiosa. Vio que la expresión de Kerry ya era muy fea, así que solo pudo pensar rápidamente en una solución.
No esperaba que el anciano se agachara y pinchara el cuerpo de Kerry un par de veces. Luego, sacó una pequeña bolsa que llevaba consigo y extrajo una pequeña aguja de plata.
Levantó la mano de Kerry y la insertó.
A medida que la sangre de Kerry salía, su expresión mejoraba.
—Eres muy poderoso. ¿Eres un mago? —Sharon se tapó la boca sorprendida. Esta era, de hecho, la primera vez que veía una habilidad tan extraña.
Siguiendo los movimientos del anciano, Sharon le hizo algunos gestos a Kerry.