—Antes de que las hojas gemelas de Yasmin pudieran encontrar su camino para dañar a Harald, intervine bloqueando el ataque. Tag'arkh se detuvo en seco al verme, una mirada de confusión en su cara. Ella no lo entendía, ninguno de ellos podía entenderme, incluso Aurora me miraba como si estuviera loca, pero aún así mantuve mi posición sin retroceder mientras protegía a Harald de la furia de las chicas.
—¿Arianne, qué estás haciendo? —me gruñó Yasmin.
—¡Quítate del camino Arianne!
—¡Sí, quítate del camino Arianne! —dijo Tag'arkh con los dientes apretados.
—Negué con la cabeza—. ¡No puedo!
—¿Qué quieres decir con que no puedes? —me preguntó Tag'arkh con un ceño fruncido—, ¿Qué? ¿Olvidaste cómo caminar? —Me preguntó con una mueca y fue todo lo que pude hacer para no rodar los ojos ante ella.
—Miren chicos... —exhalé—, ¡Esta es mi elección! ¡Me estoy sacrificando!