—¿Un picnic? —Frunzado en la manta que estaba extendida ante mí llena de toda mi comida y postre favoritos.
Sentados en la manta y jugando con algunas galletas estaban los gemelos. Me volví a mirar a Iván, quien parecía complacido consigo mismo mientras estaba detrás de mí. —Cuando dijiste que tenías algo planeado para nosotros, esto... —Me volví a mirar el picnic y los gemelos—. Esto no fue lo que esperaba en absoluto.
—¿Te gusta? —Ivan me preguntó.
Bueno, él hizo mucho esfuerzo en esto. Así que, lo voy a intentar y ver cómo nos va. Sonreí y asentí con la cabeza a Iván. —Claro, está bien —le dije y me fui a sentar en la manta.