Desperté con el cálido cuerpo de Ivan pegado a mi espalda desnuda. Sonreí mientras ponía mi mano en su antebrazo que estaba envuelto posesivamente alrededor de mi cintura.
—Buenos días —dijo Ivan en voz ronca, su cálido aliento cosquilleando mi oído.
Solté una risita mientras me acurrucaba contra él. —Buenos días en efecto, ¿dormiste bien?
—Con tu cuerpo acomodado en mis brazos, diría que es el mejor sueño que he tenido —Ivan susurró dejando caer besos por mi cuerpo, provocando que suspirara de satisfacción—. Feliz cumpleaños.
Me detuve un momento, luego me desplacé para mirar a Ivan. —¿Qu...qué acabas de decirme? —susurré, temiendo haberlo escuchado mal.
Ivan sonrió y se acercó a mí. —Feliz cumpleaños mi amor —dijo Ivan, luego me dio un beso en la frente, y sentí que las lágrimas llenaban mis ojos.
—¿Cómo? ¿Cómo lo supiste?