He estado caminando durante cinco horas. No podría decirlo con exactitud, pero eso es lo que sentía. Estaba hambriento, cansado y también me sentía desamparado. Este reino estaba desierto, a parte del castillo no había mucha gente y los que me encontraba no estaban mejor que yo. Algunos también parecían maliciosos y menos amigables al mostrar sus dientes mientras yo caminaba junto a ellos.
Decidí adentrarme en el bosque en busca de algo que comer y también en busca de mi lobo. Cuanto más caminaba, más desesperanzador parecía todo. ¡No se veía ni una fruta a la vista, todo en este bosque estaba muerto! Completamente muerto, lo que era aún más desalentador es que ¡no había rastro de mi lobo tampoco!