—Está bien —asintió Joel.
Después de escuchar la respuesta de Joel, Celeste se dio la vuelta, regresó a la habitación y se fue directamente a la cama después de ducharse. Supuso que si obedecía las palabras de Joel, él nunca la abandonaría.
Pero, desconocía que su reacción significaba su falta de seguridad. Simplemente sabía que se sentía insegura por dentro, pero no sabía cómo expresarlo.
Joel sabía que la había lastimado. Entonces, dejó el trabajo en sus manos y entró al dormitorio. En medio de la oscuridad, extendió sus brazos y envolvió a Celeste en un abrazo, —Lo siento por no proteger tu corazón.
Celeste no dijo nada. Simplemente mordió el brazo de Joel y dejó una marcada mordida.
—No importa lo que suceda, nunca te abandonaré ni te dejaré. Pero, espero que tú tampoco me abandones.
Celeste aún era joven, por lo que su personalidad no era muy estable y su mente no estaba madura. Por lo tanto, Joel no esperaba que ella pudiera siquiera soportar hasta ahora para empezar.
