—Entonces, con renuencia continuaré siendo tu cuarto y quinto hombre —Mason pasó su mano por el cabello de Lila y le dio un beso en la frente—. No necesitas preocuparte por otras cosas, solo mantente en las mejores condiciones. Céntrate en tu reunión con Claude. N e intenta hacer lo mejor para asegurar su respaldo...
—Siempre parece que tienes mucha fe en mí. Por cierto, ¿terminará el Segundo Tío viendo la foto? ¿Tendrá una opinión sobre mí? —Lila era consciente de cómo la familia de Mason la veía.
—El Segundo Tío simplemente me culpará por no cuidarte bien.
—Lila se acomodó junto a Mason; él era alguien en quien podía confiar de por vida. Era su esposo; la persona en quien más confiaba, admiraba y atesoraba.
—No te preocupes. Con tu acompañamiento en todas mis batallas, ¡solo me haré más fuerte! —Lila exclamó con confianza.
