Parecía que había olvidado que era como una capa de cristal entre ella y Luka.
En ese momento, Luka levantó la cabeza y notó que Mandy sonreía detrás de él. La mirada obsesiva en su rostro le causó escalofríos.
Luka se giró y preguntó:
—¿Por qué sigues echándome miradas furtivas?
Al escuchar esta pregunta, la mente de Mandy se quedó en blanco y su rostro se sonrojó. Bajó la cabeza inconscientemente.
—Luka, idiota, ¿tienes una EQ negativa? ¿Por qué me preguntas algo tan incómodo y desagradable?
—¿Realmente te desagrada que te mire? El corazón de Mandy fue invadido por esta posibilidad.
Sin embargo, poder interactuar uno a uno así, ya era suficiente para ella. ¿Cómo podría esperar algo más?
Con este pensamiento, Mandy recuperó su compostura. Pero, justo cuando levantó la cabeza para seguir mirando los contratos de Lila, un rostro guapo apareció frente a ella. Mandy se sorprendió tanto que retrocedió rápidamente:
— ¿Qué estás haciendo?