Después de hacer esta pregunta, incluso el presentador se sorprendió. La respuesta de Lila podría convertirse en una gran revelación. Parecía que la estaban obligando a tomar medidas extremas.
Sin embargo, al final, todo dependía de la sabiduría y el EQ del invitado.
Dentro del estudio había más de 100 fanáticos esperando la respuesta de Lila; en sus casas, frente a sus televisores, la audiencia también esperaba; incluso Mason, que escuchaba la transmisión en vivo en su coche, no pudo evitar sonreír.
Anteriormente, él le había preguntado a Lila cómo respondería si se enfrentaba a esta pregunta.
En ese momento, Lila simplemente sonrió enigmáticamente. Pero ahora, ya no podía evitarlo.
Mason sentía una sensación de anticipación. Sudaba nerviosamente en nombre de Lila, pero confiaba en ella.