Esa noche, Zane preparó una sopa de pollo y la llevó al hospital. Pero, cuando llegó, vio que los colegas de Lana estaban en su habitación, así que no entró inmediatamente. En su lugar, esperó tranquilamente afuera.
—Lana, llevo tantos años persiguiéndote, pero siempre me has rechazado y has dicho que tenías novio. Pensé que era una excusa. Nunca pensé que fuera real.
—Ahora finalmente puedes renunciar, ¿verdad?
Afuera de la habitación, Zane no escuchó nada más excepto este breve intercambio de palabras.
Incluso miró adentro para ver al hombre e imprimió su cara en su memoria.
Pronto, los colegas salieron de la habitación del hospital. Cuando vieron a Zane, se sorprendieron bastante y se sintieron un poco avergonzados. Parecía que él podría haber escuchado su conversación.
—Vamos, todavía tenemos una misión que completar.
Después de que los colegas se fueron, Zane finalmente entró en la habitación con su sopa de pollo y la colocó encima de la mesa de noche de Lana.