—Siento como si hubiera estado durmiendo durante mucho tiempo... —dijo Chad débilmente.
—¿Sabías que estuviste dormido durante 8 días? Casi pensé que nos estabas abandonando a Pequeña Cascarón y a mí... —Erin lloró histéricamente mientras yacía en el pecho de Chad—. ¿Sabes lo difícil que fue para mí sobrellevar estos 8 días?!
Chad acababa de despertar, así que su mente estaba naturalmente todavía borrosa, pero podía decir cuán asustada y preocupada había estado Erin durante este tiempo.
—L-lo siento por hacerte pasar por una experiencia tan difícil.
Lágrimas permanecían en la cara de Erin mientras se sentaba y pasaba su mano por la mejilla de Chad, —¿Qué haríamos Pequeña Cascarón y yo sin ti? Promete no volver a asustarnos de esa manera, ¿de acuerdo?
Chad quiso extender su mano y limpiar las lágrimas en la cara de Erin, pero no tenía fuerzas para moverse.
La pareja terminó abrazándose hasta que finalmente el doctor llegó y llamó a la puerta un tiempo después.