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—Alison bajó la cabeza y no dijo ni una palabra más. Pensó que solo estaba soñando.
—¿De verdad le gustaba a Gordon?
—Eso no podía ser cierto...
—Si te gusto, ¿por qué no lo confesaste antes? —preguntó Alison.
—Porque eres demasiado bobalicona —Gordon le dio un golpecito en la cabeza a Alison mientras sus mejillas se teñían ligeramente de rojo—. Después de todo, era un orgulloso genio médico sin idea de cómo cortejar a una chica. Si su hermano no le hubiera dado algunos consejos, probablemente estaría viendo a la chica bobalicona adentrarse en el mundo de las citas a ciegas.
—Mi coeficiente intelectual está en un nivel promedio, así que, por supuesto, no puedo compararme con un genio como tú —Alison rodó los ojos mientras comenzaba a mirar alrededor del apartamento de soltero de Gordon.
—En ese momento, Gordon se sentó casualmente en el sofá. Mientras se agarraba del respaldo del sofá, dijo: