La punta de la espada de sangre de cien metros de largo formada por la vitalidad de Randy Shelly se disipó instantáneamente. Luego, la enorme espada entera se rompió pulgada a pulgada.
La gigantesca espada, Ejecución Celestial, descendió del cielo.
—¡La espada aterrizó en la cabeza de Randy!
—¡Randy levantó sus brazos y forzó la salida de la última de sus energías para formar un escudo! —gritó—. ¡No! —¡Oh, no!"
—Bret, que era un pico conferido, se sorprendió. Quería resistir la Ejecución Celestial de Braydon Neal y salvar a Randy.
Poco sabía que ninguno de los élites del Ejército del Norte eran para tomar a la ligera.
Frediano Jadanza y los otros ya se habían preparado contra este viejo asunto.
Cuando Bret hizo su movimiento.