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Braydon Neal estaba sentado en el pabellón, sus ojos llenos de duda.
Recordaba que solo había pedido tres botellas. ¿Cómo se convirtieron en cuatro botellas?
Luego vio al pequeño tonto, que sostenía al burro, sosteniendo una botella de calabaza negra en su mano. ¡Había 20 píldoras de espíritu dentro, y se las comió todas como si fueran jellybeans!
¡Hizo que la nariz de Luke Yates sangrara!
¡Se había pasado!
Braydon estaba exasperado. Dejó que el pequeño tonto jugara por su cuenta y dijo suavemente:
—Dime, ¿qué quieres que haga?
—¿Sabes por qué las cien escuelas de pensamiento vienen al Monte Woolas cada año para celebrar una cumbre? —Kinslee Mayer lo mantuvo deliberadamente en suspenso.
Braydon lo miró calmadamente como si estuviera mirando a un idiota.
¿Kinslee era realmente estúpido o estaba fingiendo?
Sus cuatro botellas de píldoras ya habían sido comidas por Sadie Dudley y el pequeño tonto.
