"Braydon Neal estaba de pie en Linar y le contó lo que sucedió hace cien años.
Comparado con aquel período, ya no era lo mismo de antes.
Braydon se había establecido en Linar, obligando a Namar a ceder mil millas de tierra para buscar la paz.
—¡Si al Hermano Neal le desagradan todas las condiciones, podemos discutirlas más a fondo! —dijo con voz ronca Shmuel Linar.
—Di la orden antes de que, en tres días, todos los artistas marciales de Namar sean asesinados. Hoy, entraré en Linar sin negociar, sin comprometerme, ¡sin ceder!
Braydon no se detuvo y ya había llegado frente al gran salón.
Cameron Linar estaba sentado, alto y poderoso en su asiento distinguido, como si ya hubiera esperado esta situación.
¡En todo Namar, Cameron era el que más entendía a Braydon!
—¡Finalmente llegaste!
Cameron se sentó a la cabeza de la mesa, su voz resonaba.