Gunter Bell no era tonto. Cuando volvió en sí, se dio cuenta de que el joven frente a él sabía todo lo que había hecho.
—¿Era este un maldito humano o un fantasma?! ¡Era omnisciente!
Gunter sonrió amargamente. —Profesor Neal, por favor perdóneme. No es raro investigar el pasado de alguien.
—No tienes que explicarme nada sobre la investigación de mi pasado. Si quieres saber más sobre mí en el futuro, puedes preguntarme en persona. No tienes que pedirle a tu amigo Joel Zelinski que recoja toda la información —respondió Neal.
La velocidad de dibujo a mano de Braydon Neal era extremadamente rápida. Todas las piezas precisas eran exactamente iguales, y se hacían según la proporción real.
Había un total de 967 dibujos y ni un solo dibujo de tornillos.
En otras palabras, esta máquina antigravedad no necesitaba cosas como tornillos.
Gunter estaba un poco avergonzado. No se atrevió a investigar más sobre Braydon.
A medida que se fabricaban todas las piezas de alta calidad...