Era una tarjeta de visita muy común, pero las palabras "Roanld Que" y un conjunto de números de teléfono estaban escritas en ella.
—¡Gracias, hermano! —dijo Kathleen con voz encantadora.
—De nada. ¿Cómo se llama tu hermano? —respondió Braydon a Kathleen suavemente.
Como había dicho Heather, Braydon ni siquiera se molestaba en hablar con extraños.
Tenía muy poca ternura en él, tan poca que solo podía reservarla para las personas que lo rodeaban.
Después de trece años de experiencia en el Territorio del Norte, Braydon se había convertido en el campeón mundial y también había forjado sus métodos de sangre de hierro y arrogancia.
Ronald estaba un poco avergonzado. No esperaba que el joven frente a él fuera tan despectivo con su tarjeta de visita.
—¡Mi hermano se llama Danny Que! —parpadeó Kathleen y dijo.
—Danny Que, el Lobo del Este! —sonrió Braydon.
Esta sonrisa hizo que Kathleen se sintiera más cercana a él. Preguntó con curiosidad:
—¿Conoces a mi hermano?