El accidente hizo que Liam se ocultara por más de diez años.
Ahora, no había necesidad de esconderse más. ¡El cuarto maestro de la familia Neal había vuelto!
La Ciudad de Preston, el Manor de la familia Neal.
El convoy negro pasó lentamente por la entrada justo a tiempo para ver a una chica mirando enojada al auto.
—¡Braydon, mentiroso! ¡Acordaste recogerme pero al final, esperé una hora y media sin ver a nadie! —dijo ella coquetamente.
Braydon estaba atónito. En efecto, había olvidado este asunto.
Braydon había prometido originalmente recoger a Heather después de su clase en la tarde, pero se había olvidado de ello.
—Heather, ¿aún me recuerdas? —Qahira bajó del auto con los ojos rojos.
—¡Tú eres... mi tía! —exclamó Heather, atónita.
Después de tantos años, no solo ella, sino todos los demás también pensaron que Qahira estaba muerta.
Cuando desapareció de repente en aquel entonces, no se la encontró, viva o muerta.