Leah Flitwick separó ligeramente sus labios de cereza. —Hoy, he sido testigo de la elegancia del Rey del Norte. Estoy muy satisfecha. Esta es la carta de invitación. Te esperaremos en la mansión de la familia Flitwick mañana.
Después de decir eso,
la silla de ruedas de Leah giró y avanzó hacia afuera.
La luz blanca en el cuerpo de Braydon se desvaneció lentamente y recuperó su expresión tranquila. —¡Aléjate de ella!
Leah entendió naturalmente esta frase.
Braydon le dijo que se mantuviera alejada de Heather Sage.
Leah dejó atrás una frase:
—¡No esperaba que Su Alteza el Rey del Norte también tuviera sentimientos por alguien!
Sus palabras suaves resonaban lentamente en el aire.
Zayn Ziegler entró en la habitación y frunció el ceño. —Comandante, ¿por qué no la hiciste quedarse?
—Incluso si ella no contraataca, tendrías que matar a una chica enferma y débil que está sentada en una silla de ruedas. ¿Serías capaz de hacer eso? —El Viejo Zito echó un vistazo a Zayn.
