Las frías palabras hicieron temblar a Harris Flitwick.
Abrió su boca ampliamente.
Lamentablemente, la espada de Braydon Neal fue más rápida que sus palabras.
Le cortó el cuello con una espada y le quitó la vida.
Harris sujetó su garganta y cayó al suelo. La sangre no dejaba de salir de su boca mientras miraba el cielo azul.
¡Murió con agravios!
La información que reveló Braydon fue demasiado impactante.
Harris murió en vano, sin poder ver la caída del ejército del norte en el inframundo.
Por el contrario, pudo ver cómo su familia Flitwick era aniquilada por Braydon.
El anciano Zito estaba a punto de marcharse.
—¿A dónde vas? —preguntó Braydon con calma.
—¡A la capital!
El anciano Zito quería ir y también Ernest Lanford.
Ya era hora de vengar al ejército de Ludwig.
Harris dijo que esto fue hecho por las familias poderosas, y eso fue suficiente.
Iban a vengarse.