Abaddon Haby había alcanzado el noveno nivel del reino del cuerpo espiritual.
¡Había trece niveles en el reino del cuerpo espiritual!
Ya había dado un paso adelante.
Su cuerpo estaba lleno de sangre espiritual.
Desde ahora, comenzaba la verdadera lucha por su vida.
—Hoy, teñiré el cielo con mi sangre espiritual —rugió Abaddon al cielo.
Su cuerpo entero brillaba con una luz sangrienta mientras quemaba su sangre espiritual.
Una vez que comenzaba, no había vuelta atrás.
—¡Bastardo! Estás atrapado en la canción fúnebre, ¿y aún quieres irte?
El poder de Abaddon aumentó súbitamente diez o incluso cien veces.
No surgía ningún poder del camino de su cuerpo.
Era completamente el poder de su cuerpo espiritual.
Con un puñetazo, aparecieron grietas en los cuerpos del tigre de tres ojos.
¡Su cuerpo espiritual se destrozó! Fue una herida muy grave.
En realidad, todos los cuerpos espirituales sabían que morirían independientemente del resultado de la batalla de hoy.
