—Cuerpo divino-demoníaco, Daga Divino-Demonio. —Los ojos de Braydon Neal brillaban de emoción.
Era evidente que el pequeño tonto lo había estado siguiendo desde la infancia, mostrando un gran interés en las dagas.
Bajo la influencia del instinto de la impresión del alma, Luke tenía un talento natural para manejar las daggers gemelas en su cintura.
—¡Luke nació con tal riqueza y nobleza! —La mirada de Braydon estaba llena del orgullo afectuoso de un hermano mayor.
—¡Con esta alteza no se puede decir en absoluto! —Braedy Leite comentó, observando a Skylar Neal, con el ceño fruncido mientras luchaba por discernir el fondo de Skylar.
En ese momento, una voz digna los interrumpió.
—¡Este es el dragón ancestral! —proclamó la voz.
Braedy se sobresaltó.
Alguien había entrado sin que él se diera cuenta.
Al girarse, vio una figura esbelta de verde parada en la entrada del salón, con una espada colgada en la espalda.
—¡Maestro! —Braedy exclamó sorprendido.