Realmente tenía el comportamiento de esa persona.
Los demonios no se atrevieron a enviar tropas en ayuda.
Todos sabían que si esa persona regresaba y traía la canción fúnebre al mundo, unos cuantos seres del reino de nirvana no resolverían este asunto.
Braydon Neal no sabía que, debido a la canción fúnebre, había escapado de una calamidad.
La canción fúnebre terminó, dejando el campamento de demonios negros como una tierra de destrucción. No quedaban seres vivos.
Braydon se sentó con las piernas cruzadas. Según su comprensión, la canción fúnebre había terminado.
Tocó la última cuerda y pensó que todo había acabado.
En este momento, un fuerte deseo apareció en su corazón.
Era un deseo incontrolable de absorber, como si con un ligero toque de la cítara, algo inesperado sucedería.
Este deseo envolvió todo el cuerpo de Braydon.
Una voz misteriosa y tentadora llegó desde lo más profundo de su corazón, instando a Braydon a tocar la cítara de nuevo.
¡Estaba a solo un paso!
