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Mientras cualquiera estuviera dentro de toda la Sala de las Almas, sin importar en qué mundo habitasen, caerían bajo la vigilancia del espíritu del artefacto.
Era evidente que una figura formidable se ocultaba detrás del espíritu del artefacto.
—¡Señor Lenyx! —la tez de Beckham se palideció mientras se arrodillaba temeroso.
La Torre del Alma era la Sala de las Almas, establecida por uno de los ocho maestros de linaje de la raza humana en el cosmos.
Una majestuosa figura que estaba al mismo nivel que Chadwick Neal.
En cada terreno de nutrición como el Mar de Espíritu, existía una Torre del Alma.
El espíritu del artefacto de cada Torre del Alma provenía de un fragmento del poder del alma del creador, fusionado en la esencia de la Sala de las Almas.
¿Cuántos de esos terrenos de nutrición salpicaban el cosmos?
¿Cuántas Torres del Alma existían?
Nadie podía decirlo con certeza.
