—Si quieres dominar 3,000 artes marciales antiguas y estar en la cima del cultivo de cada camino, 1,000 años ni siquiera son suficientes —observó Constantine Siegel.
—Si quieres alcanzar la cima, tienes que cortar tus lazos mundanos. Tienes que trabajar incansablemente durante 1,000 años. La tasa de éxito es de uno en doscientos millones.
Estas eran las palabras de Constantine.
Si Braydon Neal deseaba el éxito, sus posibilidades serían de solo un uno por ciento—menos de uno en cien millones.
Ambos caminos eran extraordinariamente arduos, exigiendo un tiempo sin fin para sostenerlos.
En el futuro, Braydon podría sucumbir a la vejez antes de alcanzar la cima.
Cada prodigio de las artes marciales albergaba ambición, pero la ambición de Braydon era terriblemente inmensa, superando incluso la de Constantine y otros.
Con esta advertencia, Braydon entendió que Constantine enfatizaba la importancia del tiempo.
No había motivos ocultos, y aunque los hubiera, ya era demasiado tarde.