—Quiero saber qué están ocultando Abuelo y Papá —declaró Sorrell Neal, su tono impregnado de hostilidad.
—¿Por qué estás aquí, Sorrell? —El shock y la ira de Lowell Neal eran palpables.
No había anticipado que su hijo menor escuchara su conversación.
—Puedes engañar a Braydon, pero no puedes engañarme a mí. Recuerda, crecí en la Mansión Neal. Presencié a Abuelo blandiendo una espada, intentando matar a Tío Louis —la voz de Sorrell permaneció gélida.
La actitud de Sorrell reflejaba la de Braydon Neal, mostrando notables similitudes en sus personalidades.
—Este es un asunto para que los ancianos manejen. No es tu lugar cuestionarlo como joven. Vete —replicó Lowell con una expresión oscurecida.
—Si lo hago, seguramente Braydon vendrá a preguntar —Sorrell replicó, invocando el nombre de Braydon.
Ciertos asuntos que los ancianos habían ocultado a Sorrell serían revelados si Braydon insistía en obtener respuestas.