La vista infundió miedo en los corazones de los descendientes de los dioses en el Salón de Edictos.
—¡Traidor! ¡Traidor! ¡Está asesinando a la gente! ¡Planea traicionar al Palacio del Oráculo!
A lo largo de los anales de la historia del Palacio del Oráculo, se habían dado casos de matanzas indiscriminadas.
Sin excepción, siempre eran perpetradas por aquellos que se habían vuelto contra el Palacio del Oráculo.
Y ahora, la historia parecía repetirse.
El Rey del Norte, armado con una espada, asumió el papel de verdugo, desafiando a los propios cielos.
En cuestión de momentos, Braydon Neal desató su frenesí, iniciando una masacre que se cobró la vida de más de 370 descendientes de los dioses dentro del Salón de Edictos, dejando al resto heridos y conmocionados.
—Braydon, ¿qué locura te ha poseído? —vino la voz de Gatimu Masilela, clasificado en décimo lugar en la Clasificación Divina.
