—¡Si le ponemos un dedo encima a su hijo, nos estamos buscando serios problemas! —El hombre de verde se opuso vehementemente a la noción, plenamente consciente de la formidable fuerza de Kylo.
Aún había algunas antiguas entidades acechando allí, aguardando su tiempo.
En las heladas profundidades del estanque de Kylo, incluso cuando el ancestro sellado en hielo se acercaba al final de su vida, su poder latente seguía siendo formidable.
La decisión de Rayha Qhobela era claramente desacertada.
Traer a Braydon Neal al 16º Palacio del Oráculo ya estaba empujando los límites.
Cualquier acción adicional corría el riesgo de despertar la ira de numerosas entidades antiguas.
El hijo mayor de Braydon, apenas un bebé de un año, ya era una figura culminante al nacer.
Muchos venerables ancianos albergaban una codicia secreta por él, previendo que su futuro poder rivalizaría, si no superaría, al de su padre.