—Muéstrame de lo que eres capaz en las artes marciales —dijo el hombre de verde, con un tono desafiante—. Demuestra quién eres. Con la protección de la gente de la Tierra Ancestral, incluso el 16º Palacio del Oráculo no se atrevería a poner un dedo sobre ti.
El hombre de verde hizo su evaluación.
Sin vacilar, Braydon Neal desató una ráfaga de ocho técnicas, fusionándolas en una, una muestra de destreza marcial que parecía trascender los límites mortales.
La forma del inmortal desterrado se materializó en respuesta al dominio de Braydon, su actitud despreocupada mientras comentaba:
—¿Sacándome de nuevo?
—¡Un inmortal desterrado con conciencia despierta!
Los ojos de Xetsa Yeza se abrieron de asombro, reconociendo la figura legendaria de sus estudios.
—¡Este es el inmortal desterrado de las artes marciales!
Fue una revelación que coincidía exactamente con los textos antiguos: los inmortales desterrados de las artes marciales eran inigualables en su destreza.
