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Luke Yates habló seriamente —Colton, no te preocupes. Ya he enviado una señal. Cole y los demás vendrán definitivamente a rescatarnos.
—Espero que lleguen antes de que nos conviertan en pedazos.
El rostro de Tobey Lapras estaba pálido; respiraba con dificultad, con grandes gotas de sudor deslizándose constantemente.
Su vitalidad ya estaba sobregirada.
Luke blandió sus cuchillas gemelas, atacando ferozmente para proteger a Tobey. Metió la mano en su bolsillo y sacó la mitad de un rábano de agua, lanzándoselo a Tobey, diciendo —Descansa un poco, Tobey. Come algo para llenar tu estómago.
—Puedo aguantar un poco más. ¿No estás tú también llegando a tu límite? —Tobey miró a Luke detrás de él, cuya espalda ya estaba empapada de sudor frío. Las manos que sostenían las cuchillas temblaban ligeramente, señales de un excesivo esfuerzo.
Poco sabía Tobey, Luke dijo con confianza —¡Tengo huevos de oro dentro de mí, estoy bien!.