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Fue el sello del líder de Hansworth.
Sayge Doyle y su hija se marcharon en silencio, sin atreverse a mencionar los eventos de hoy nuevamente, siempre y cuando Braydon Neal no lo persiguiera. Si Braydon lo dejaba pasar, la familia Doyle también quería dejar atrás este asunto.
Lowell Neal habló:
—Braydon, la situación afuera es complicada. ¿Por qué no te quedas en la Mansión Neal?
—Si me quedo, me temo que la Tía Karen tendrá una noche en vela. Esta Mansión Neal no puede acomodar a ambos, a mí y a Skylar. Alojarse en otro lugar será más cómodo para todos nosotros. —Braydon una vez más rechazó la oferta de Lowell.
Braydon y Skylar Neal no residirían en esta Mansión Neal.
En este momento, no muy lejos en la calle, una figura de negro apareció de repente.
¡Era Sombra!
Uno de los ocho generales.
Él llegó en silencio, se inclinó y saludó:
—Joven Maestro, el señor ya ha arreglado un lugar donde te puedes quedar.
—¡Vamos, entonces! —Braydon asintió levemente.
