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Chapter 82 - Transferencia

Gary abrió el sobre y sacó la carta del interior. A medida que Gary comenzaba a leer la carta, ni siquiera movía un músculo. Permanecía inmóvil como una estatua con sus ojos pegados a cada palabra que leía.

Había pasado un buen rato de diez minutos y Gary aún no se movía. Era como si estuviera leyendo la carta una y otra vez.

Toda la habitación sentía que necesitaban mantenerse en silencio debido a la atmósfera que emanaba de Gary. Pasaron unos momentos más y Dan ya no pudo aguantar más.

—Oye amigo, ¿estás bien?

En cuanto Dan pronunció esas palabras, Gary soltó la carta y salió corriendo de la habitación.

La carta flotaba en el aire hasta que tocó el suelo y cayó justo al lado de Dan.

—Probablemente es solo su novia rompiendo con él o algo así.

Todo el mundo tragó saliva. Sabían que la carta era seria y querían descubrir qué había hecho reaccionar a Gary de esa manera, pero al mismo tiempo, querían respetar claramente a Gary. Todos menos una persona, eso es.

Dan fue al suelo y recogió la carta del suelo.

—¡No! —Monk gritó—, ¿recuerdas lo que pasó la última vez?

—¿Qué pasó la última vez? —pregunté.

Todos comenzaron a evitar el contacto visual conmigo. No tenía ni idea de lo que estaban hablando ni por qué estaban actuando así.

Dan hizo un gesto con la mano en el aire ignorando la advertencia de Monk y comenzó a leer la carta. Entonces incluso Dan se quedó petrificado. Dan era un gran charlatán, casi tanto como Kyle, así que verlo sin palabras, debió haber sido algo importante.

—Entonces, ¿qué es? —preguntó Martha.

Dan luego dobló la carta y la colocó sobre la mesa.

—No creo que esto sea para que lo veamos. Alguien debería salir y ver si Gary está bien.

Esta fue una vista extraña. Dan nunca fue compasivo con los demás, por lo que, cualquiera que fuera el contenido de la carta, debían ser serios. Todos nos separamos y buscamos lugares posibles donde podríamos encontrar a Gary.

Después de buscar en lugares comunes para pasar el rato en la academia, decidí ir al techo. Cuando abrí la puerta, pude ver la espalda de un chico rubio mirando por el borde. Me acerqué lentamente a Gary pensando en qué decir.

Esperaba no ser el primero en encontrarlo. Si Gary necesitaba consuelo entonces yo definitivamente no era la mejor persona para eso. Slyvia, Martha, incluso Dan podrían haber sido mejores. A medida que me acercaba a Gary, podía escuchar los sonidos de los pasos acercándose a él.

Cuando se dio la vuelta, pude ver sus ojos rojos e inyectados en sangre. Estaban ligeramente hinchados y abultados. Era como si hubiera estado llorando.

Vine y le di unas palmaditas en la espalda a Gary y comencé a mirar la vista de la ciudad con él. Si Gary quería hablar con alguien, dejaría que él lo dijera primero. No había necesidad de que yo dijera nada.

Ambos estábamos uno al lado del otro mirando la vista hasta que Gary finalmente dijo,

—Quieres saber sobre la carta, ¿verdad?

No respondí, pero éramos los únicos dos en el techo, así que, por supuesto, sabía que podía escucharlo.

—Bueno, también mereces saber sobre esto. La carta era sobre Amy... está muerta.

De repente, las imágenes de mi primer encuentro con Amy comenzaron a aparecer en mi cabeza. Las cosas estúpidas de las que hablábamos, cómo solía mirarme entrenar durante horas y horas, todo volvía a mí. No sé qué era, pero mi corazón se hundió un poco.

—¡Pero eso no es todo! —Gary hizo un puño tan fuerte que sus dedos se clavaban en su propia piel y la sangre comenzaba a brotar de su mano—. Dicen que murió dentro de la academia Roland. Fue un duelo con algún tipo de noble. ¿Y qué hacen? ¡Le ofrecen dinero a mi familia como si eso fuera a solucionar todos sus problemas! —Gritó Gary.

—Apuesto a que ni siquiera fue castigado. Después de todo, solo mató a una chica común de un pequeño pueblo pobre. Juro que mataré a la persona que hizo esto a mi hermana.

Cualquier otra persona probablemente habría intentado calmar a Gary, pero no yo. Sabía exactamente lo que Gary estaba sintiendo. Este odio que tenía por esta persona que ni siquiera había conocido. Era el mismo odio que yo cargaba. La sensación de hundimiento en mi corazón también se convirtió en enojo.

—Ray, tienes que ayudarme —Gary puso ambas manos en mis hombros—. No creo que se diera cuenta de que su mano estaba sangrando y se empapaba en mi uniforme escolar. Eres en realidad un mago, ¿verdad? Puedes invocar una bestia e incluso usar poderes de fuego, yo lo vi. Demuestra tus poderes frente a los maestros caballeros y consigue una transferencia a la academia Roland. También quieres encontrar a esta persona, ¿verdad?

Aunque yo también quería ir a la academia Roland, se rumoreaba que allí estaba el ser divino. No me importaría ayudar a Gary en el camino, pero todavía había mucho que tenía que hacer aquí. ¿Qué había detrás de la puerta roja? ¿Qué había en la tumba de los caballeros dragón? ¿Eran los caballeros dragón seres similares a mí? Solo entonces estaría contento de pasar a la academia Roland.

Luego pensé que si le contaba la verdad a Gary, quizás él podría entender. Había sido bueno conmigo todo este tiempo y sin él, probablemente habría muerto el otro día. Si fuera él, podría guardar un secreto para mí.

—No puedo hacer eso, Gary. Mis poderes... no son normales —Antes de que pudiera terminar, Gary se alejó de mí—. Entiendo, no necesitas decir nada más.

Entonces se me ocurrió una idea.

—El torneo, en el torneo de todos los reinos habrá personas de todos los reinos y academias diferentes. Roland también estará allí. Tal vez podamos encontrar información allí.

Gary comenzó a alejarse y se dio la vuelta y me sonrió.

—Gracias, Ray.