—Después de ver cómo su llamado líder era sacado volando de esa manera —añadieron los grandes hombres del gremio oscuro—, ya no querían continuar. Se rindieron ahí mismo, no tenían ninguna razón para luchar y nadie a quien proteger.
Poco después, los principales líderes de Alas Rojas asaltaron el castillo mientras los demás esperaban afuera y se recuperaban. Había muchos que estaban heridos y necesitaban descansar y encima de esto. Tenían un trabajo que hacer recogiendo a los que habían muerto, no solo de su lado sino también de los miembros del gremio oscuro.
—Cuando entraron al castillo —comentaron correlativamente—, podían ver dónde Gary había sido lanzado y aterrizado, pero no había rastro de él en ninguna parte. Parecía que se había levantado y escapado, a dónde, era una incógnita para todos.