Todos los ojos estaban mirando por encima del campo mientras esperaban ver qué número se revelaría. Cuando la magia parecida a fuegos artificiales se desvaneció, el primer número fue el 54.
—Espera un segundo, ¿cómo sabemos a quién pertenece cada número? —preguntó Max mientras miraba a su alrededor.
Luego, desde su grupo que estaba sentado junto a ellos, el uniforme blanco que vestía Bliss comenzó a brillar.
—Ah, Bliss —dijo la pequeña maestra de torre—. Parece que irás primero, tengo grandes esperanzas en ti.
Bliss se levantó con confianza y caminó más allá de los estudiantes en las tribunas hacia el campo. Ahora estaba a un extremo del área cerca de los maestros de torre.
—¿Entonces quién quiere ser juez primero? —preguntó Roy con los pies apoyados en la mesa.
—Bueno, si te estás ofreciendo voluntario para nosotros —respondió Mia.
