Habían pasado cuatro años desde entonces, y Ray, la reencarnación del Gran Dragón Sen había crecido bastante en los últimos años. Ahora medía aproximadamente 1 metro y 5 centímetros. Su cabello era rojo y puntiagudo, aunque la combinación era un poco extraña para la época...
Ray había decidido cambiar su peinado a este, pues extrañaba las escamas que recorrían su espalda. Esto era lo más parecido que podía hacer para seguir pareciéndose a un dragón.
Frente a Ray se encontraba un hombre con una armadura completa de cuero. Sostenía una espada en su mano y no llevaba casco. Este conjunto era una elección óptima de equipo que le permitía moverse a gran velocidad mientras seguía estando significativamente protegido.
El hombre frente a Ray... era su padre.
Su postura dejaba en claro que estaban a punto de entrar en batalla.
Ray observaba cuidadosamente a su padre con los ojos.
Desde el punto de vista de un extraño, parecía incomparablemente relajado. Pero Ray, que ahora conocía a su padre, sabía que estaba listo para atacar en cualquier momento. Desde que Ray cumplió cuatro años, todos los días al mediodía, lucharía contra su padre en la hora del almuerzo.
Ni una sola vez logró vencerlo en el camino de la espada.
Pero hoy...
Ray planeaba cambiar eso.
Realizó el primer movimiento. Su padre también avanzó al mismo tiempo.
Antes, Ray apenas podía seguir los movimientos de su padre. Pero ahora era capaz de seguir cada una de las acciones de su padre. Luego, antes de que su padre pudiera llegar a la distancia de ataque de Ray, saltó al aire y cerró decisivamente la brecha entre él y Ray.
Ray mostró una sonrisa en su rostro.
¿Cuántas veces había visto esta escena?
Ni siquiera él podía contar cuántas veces su padre usó este movimiento contra él.
Ahora que estaba preparado para lo que estaba a punto de suceder.
Estaba listo.
Ray se susurró a sí mismo mientras repasaba las acciones en su cabeza.
«Un golpe desde arriba, luego un paso lateral en el último segundo, ¡un giro y atacarlo desde un lado!»
Pero…
¡Zas!
La visión de Ray se volvió negra.
Se desmayó.
Instantes después, despertó y se encontró de vuelta en la casa.
Podía escuchar a su madre regañando a su padre.
—¿No podrías haber sido más fácil con él? ¡Solo tiene cuatro años!
Ray podía imaginar a su padre sudando cubos mientras intentaba explicar todo a su madre y el pensamiento lo hizo sonreír.
—¡Solo queda un año hasta el examen! No puedo ser indulgente con él... Si sigue así, no podrá pasar el examen de ingreso.
Ray estaba escuchando a hurtadillas la conversación de sus padres. No tenían idea de que ya estaba despierto. Pero los sentidos de su madre eran mucho más agudos de lo que él esperaba.
Lo vio en el rabillo del ojo.
Luego se apresuró y colocó ambas manos a los lados de sus mejillas.
—Ray, ¿estás bien? Realmente no tienes que forzarte a hacer esto. ¡No tienes que seguir nuestros pasos! ¡Hay muchos trabajos nobles por ahí que puedes hacer además de esto! —dijo Scarlett con un tono de voz preocupado.
Ray podía ver claramente que Scarlett estaba realmente preocupada por él.
«Debe haber visto lo deprimido que estaba cada vez después de nuestras peleas».
Ray pensó para sí mismo.
Pero Ray no estaba molesto porque perdiera contra su padre.
Estaba molesto porque no solo no tenía talento como Mago. También no tenía talento para la lucha con espada. Si ni siquiera podía vencer a un Aventurero promedio como su padre, ¿cómo iba a destruir a la raza humana?
El padre de Ray se acercó y dijo con una sonrisa en su rostro.
—Todavía tenemos un año, Ray... Mente sobre la materia. Si realmente quieres, sé que puedes hacerlo.
«Un año…»
«¿Era suficiente tiempo para mejorar?»
En un año, comenzaría el proceso de selección de la Academia de Caballeros de Avrion.
Fue la misma escuela a la que había ido su padre.
A la edad de cinco años, se permitía a cualquier niño presentarse al examen de ingreso y posiblemente recibir las calificaciones para ingresar a la academia. La Academia Roland ya estaba fuera de la ecuación, ya que Ray obviamente no tenía las calificaciones para convertirse en un Mago.
En resumen, su única opción en este momento era la Academia Avrion.
Ray tomó una respiración profunda y miró a sus padres.
—Lo haré…
—Me convertiré en el más fuerte que nadie haya visto…
Tanto Scarlett como Jack se miraron con caras preocupadas.