El demonio había debilitado significativamente a lo que era antes. Con la espada negra ahora reprimiendo sus llamas. Jack y Lenny pudieron aferrarse a las manos del Demonio con más facilidad. El hombre demoníaco intentó forcejear pero no tuvo éxito, sentía como si el poder de dos gigantes lo estuviera sujetando.
Ahora Ray había logrado recuperarse lo suficiente del golpe anterior. Nunca había estado tan avergonzado. Si no fuera por la ayuda de los otros, ya estaría acabado. Ray sabía que no era el momento de pensar en esas cosas. Necesitaba lidiar con el hombre demoníaco ahora.
Ray concentró toda su fuerza en sus piernas para emprender la carga. Luego, mientras saltaba por el aire hacia el hombre demoníaco, se aseguró de cambiar el Ki de sus piernas a sus manos y por último Ray comenzó a activar el atributo de hielo en sus guanteletes.
Si las llamas potenciaban al hombre, quizás el frío lo debilitaba.
—¡Suéltenlo ahora! —Ray gritó.