El sonido de pesadas pisadas se podía escuchar desde la entrada del túnel. El grupo buscó si había algún lugar al cual huir, pero detrás de ellos estaban los lenticels y frente a ellos estaba lo que sea que venía a través de ese túnel.
Luego, la cara de la figura comenzó a hacerse visible. Con sus cuernos de toro y el cuerpo humano, era algo que Gary había enfrentado antes. Era un minotauro. Aunque este minotauro era diferente al último que enfrentó.
En su mano, sostenía una espada negra azabache y por todo el cuerpo del minotauro había parches aleatorios de pelo morado. Sus ojos parecían perdidos y lo blanco se había llenado de morado.
—¡Está infectado con la plaga sombra! —gritó Tejón.
—Maldición, no podemos enfrentarnos a esa cosa —dijo Gary, sabiendo que el minotauro era fuerte y este estaba infectado, lo que significaba que era aún más fuerte.
—No nos queda más remedio que retroceder.
—¡Pero los tentáculos! —dijo Tejón.