Capitulo 3: Salvando a una damicela en peligro.
Long Feng dudaba de unirse, por que cada nível en el Reino Corporal el nivel de fuerza aumentaba drásticamente, en el nivel 1 los cultivadores tenian la fuerza de 100kg, en el nivel dos 200kg, nivel tres 300kg y así sucesivamente.
Aunque el tenía la experiencia por las innumerables batallas que ha tenido y gracias a los dos loto su alma y el cuerpo se fortalecían cada día, ahora el tenía la fuerza de unos 100kg a 150kg con el cuerpo de un niño de 11 años, eso ya es algo realmente monstruoso.
"Bien actuare cuando el bandido del nivel 3 baje la guardía, porque podría perder la pelea si es uno contra uno por la diferencia de fuerza además que no hey iniciado mi cultivación, hay una gran diferencia de un mortal y un cultivador"
Long Feng sonrió a regañadientes.
La batalla estaba en su auge, Long feng decidio iniciar un ataque por la retaguardia del bandido de modo que solo necesitaría un golpe para terminar la batalla acertando el ataque en el momento adecuado, sacando asi su espada de su cintura.
El bandido de nivel 3 estaba confiado de ganar esta batalla, así que guardo su espada y se acerco al carruaje donde estaban las dos chicas, con una mirada lujoriosa.
"Me gané la lotería no pensé que me darían este hermoso regalo, la joven Señorita de la familia Luo que es bien conocida por su riqueza y pensar que estás rodeada de guardias tan debiles"
Dijo el bandido con desdén, acercándose poco a poco al carruaje, agarro a la niña Luo del cuello mientras que sus subordinados se encargaban de los guardias.
"¡Suéltame animal..!!"
La niña comenzó a forcejear con el bandido para liberarse de su agarré.
"¡¡Joven Señorita!!"
Dijo la criada presa del pánico.
"Bien es este el momento"
Long Feng corrió con todas sus fuerzas ya que era el momento adecuado, apuntó su espada a la cabeza del bandido.
El Bandido al darse cuenta del peligro solto a la niña pero ya era demasiado tarde antes de poder agarrar su espada, solo sintió como algo lo estaba atravesando, la punta de una espada ya estaba pasando por su frente asi saliendo por completo casi la mitad de la espa que media 1 metro, la sangré salpico a la niña que gritó presa del pánico ya que está es la primera vez que vió una escena tan sangrienta.
"¡¡Kyaaa!!"
Los subordinados al darse cuenta la muerte de su jefe gritaron por la sorpresa.
"¡¡Jefee!!"
Todos con una mirada estupefacta, vieron como un niño cortaba el cuello del bandido con un solo golpe sin ningúna vacilación.
Long feng miro alrededor, viendo a los bandidos restantes solo eran menos de 10 personas que eran de nivel 2 y los 30 restantes solo eran de nivel 1 sin temor empezó atacar de modo que inicio una masacre.
Los guardias al ver que un ayudante desconocido los ayudo a librarse de la situación, atacaron rápidamente a los bandidos restantes, menos de 5 minutos, los bandidos empezaron a escapar
Los guardias se acercaron al niño, tenían una mirada de agradecimiento en sus rostros, no se preocuparon por la fuerza mostrada ya que en éste mundo la fuerza lo define todo.
"¡¡Grácias Joven Maestro por librarnos de está situación!!"
Long feng con una sonrisa respondió antes de retirarse dijo.
"No hay ningún problema es mi deber ayudar a eliminar el mal en está tierra, como la situación de aca se terminó, me retiró"
"¡Alto!"
Grito la Señorita Luo.
Long feng con una mirada confusa vio a la niña.
"Hay algo que quieras?"
La niña presa del pánico dijo apresuradamente con una mirada tímida.
"Gracias por salvarme la vida, estoy agradecida con el joven maestro, me gustaría preguntarle su nombre.."
Long feng con una mirada rara por está situación
.
"Me llamó Long Feng"
Long feng se fue corriendo al bosque mientras respondía a la pregunta de la niña.
"Long Feng... Bien lo recordaré"
Dijo la niña con una sonrisa brillante.
"Bien curen primero a los heridos, tenemos que irnos de este lugar antes del anochecer o podemos estar rodeados por las bestias, hay mucha sangre en este sitio, asi que debemos partir los antes posible"
La Joven Señorita Luo comandó a los guardias, así dirigiéndose a la Ciudad del Amanecer, viendo como el sol se ocultaba, estaba preocupada por su situación.
"Hay que llegar a la ciudad lo más rápido posible para pedir refuerzos a mi Padre y hacer que el trato de la negociación vaya sin ningún problema"